El blog del Jamón de Jabugo

Todo lo que necesitas saber sobre el mundo del Jamón Ibérico de Jabugo

Mes: mayo 2014

El jamón también descubrió América

El jamón es un alimento que está presente en nuestra dieta. Para los españoles es habitual comer este alimento incluso a diario, bien en tostada, bien como tapa o entrante o como parte de un plato elaborado. Desde tiempos antiguos, las carnes curadas en salazón se han utilizado porque se elaboran de manera fácil y se conservan durante mucho más tiempo que las carnes crudas.

jamon descubrimiento de americaPor este motivo no es de extrañar que fuese uno de los alimentos preferidos por quienes tienen que hacer largas travesías, sobre todo, por los marineros. Las travesías a través del mar o los océanos duraban meses y durante todo ese tiempo, los navegantes tenían que aguantar con la comida que llevaban en la bodega. Las frutas y las verduras se pasaban rápidamente y las carnes y pescados salados y en conserva eran la mejor opción. El jamón no faltaba en las bodegas de los barcos españoles.

Lo que no conoce mucha gente es que además de Cristobal Colón, Rodrigo de Triana y los marineros que iban en la Pinta, la Niña y la Santa María, el jamón serrano también fue uno de los descubridores de América. Se cuenta que Cristóbal Colón llevaba numerosas piezas de este alimento en las carabelas que llegaron hasta el Nuevo Continente. Y no nos extraña, porque Cristobal Colón, marinero europeo, había vivido en países como España e Italia, productores de este manjar.

Pero Colón no sólo llevo jamón en el viaje, hizo algo más: al igual que nos trajo la patata a España a la vuelta de las Américas, en su segundo viaje se llevó unos grumetes muy especiales en su tripulación: ocho cerdos lo acompañaron en el viaje y llegaron hasta las costas de América sanos y salvos. Allí procrearon y fueron, a su manera, pequeños colonos de las nuevas tierras. Algunos de los marineros que llegaron y se quedaron allí comenzaron a preparar el jamón a la manera española, aunque con el paso de los años y debido al clima, cambió el modelo. Por eso en América el jamón serrano, al estilo español es tan cotizado.

Hoy en día se considera un manjar en países como Estados Unidos, que aunque lo consumen, no lo hacen en la manera en la que estamos acostumbrados a tomarlo en España. Allí es mucho más habitual consumir la carne de cerdo en otras presentaciones, como el popular bacon o el jamón cocido, que son ingredientes habituales en numerosos platos de su gastronomía. Pero encontrar jamón serrano como el que se come aquí en España es complicado: las exportaciones encarecen el precio y son pocos los mercados que lo ofrecen. Las tiendas en países extranjeros en las que suele venderse el jamón serrano son tiendas gourmet especializadas. El jamón italiano, más parecido a lo que aquí conocemos como jamón curado, suele ser el sustituto de este alimento aunque obviamente, no tiene nada que ver en cuanto a sus peculiaridades sensitivas.

 

¿Cómo surgió la ‘tapa’?

Las tapas son pequeñas raciones de comida que suelen servirse acompañando a bebidas. En algunas zonas tienen un precio reducido menor que el de las raciones de comida, pero en otros sitios incluso se sirven gratuitamente acompañando la bebida que toma el cliente.

Es uno de los platos típicos de la gastronomía española aunque no se conoce muy bien su origen. Las primeras referencias se remontan varios siglos atrás, pues cuentan que ya en los tiempos de Alfonso X el Sabio, el monarca ordenó que se sirviese el vino acompañado con algo de comida para evitar que el alcohol hiciese efecto rápidamente. Desde entonces, las tabernas de Castilla comenzaron a servir las copas acompañadas de algún alimento. A veces era una loncha de pan y a veces una loncha de jamón o embutido, dependiendo del nivel de la taberna. De hecho ya hay referencias en escritos antiguos que hablan de estas pequeñas raciones que acompañan a la comida, aunque no con el nombre que tiene ahora.

El origen del nombre llega mucho tiempo después, durante el reinado de Alfonso XIII. De hecho, fue el rey el que vivió la anécdota que dio nombre a las tapas. Se cuenta que durante una visita a una bodega de Cádiz se levantó una ventisca y un camarero, para evitar que se llenase de arena el jerez que tomaba el rey, puso una loncha de jamón sobre la copa. Excusándose, el tabernero indicó que había puesto una “tapa” sobre la copa para que no se estropease el vino. Alfonso XIII, sorprendido y complacido, pidió una nueva copa de Jerez con tapa y muchos de los presentes siguieron su ejemplo. La “tapa” había sido bautizada oficiamente.

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Desde entonces las tapas han evolucionado y dependiendo de la geografía española pueden encontrarse varios tipos. Las hay más elaboradas, como pequeñas raciones de platos como paella, patatas aliñadas o con salsa brava e incluso guisos. Aunque también se mantienen las tapas frías y sencillas con queso o embutidos como jamón, caña de lomo, chorizo y otro tipo de cecinas que acompañan a las bebidas de los clientes.

A día de hoy las tapas se han convertido incluso en el sustituto de las comidas. Son el plato perfecto para una comida con amigos o familiares donde no los comensales no quieren hacer una comida copiosa pero tampoco desean volver a casa sin haber comido nada. Son ideales para un almuerzo frugal a media mañana o una cena ligera después del trabajo para no llegar a casa con el estómago vacío.

Además, la variedad de platos y guisos que podemos encontrar las hace perfectas para conocer la gastronomía típica de otras ciudades o regiones sin la necesidad de degustar un menú completo. Pese a esta variedad a lo largo de la geografía española, las tapas tienen algo en común: no son dulces. Sin embargo, con la evolución que estamos viviendo en la gastronomía en los últimos tiempos y el ritmo de vida, no nos extrañaría ver en un futuro pequeñas tapas dulces a modo de “postre” de las saladas.

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