Nueve meses han pasado ya desde que elaboramos los primeros lomos y lomitos de Bellota de la campaña 2016.
Una vez que ha pasado el verano en la bodega natural, es ahora en Septiembre cuando empezamos a seleccionar a mano y uno a uno, las piezas que alcanzan su punto óptimo de curación y aroma.
Por suerte para todos, esta campaña ha sido excepcional. Hemos podido elaborar unos lomos y lomitos especialmente veteados, que unido a una montanera cargada de bellotas nos ha permitido disfrutar de un producto excelente.
Una materia prima como es la de nuestros cochinos criados en libertad y alimentados con Bellota, es señal de garantía para elaborar un producto de la máxima calidad.
Como todos los años, este no ha sido una excepción, hemos elaborado su aliño con los ingredientes de la receta familiar. Especias naturales como son el orégano y el ajo junto con el pimentón de denominación de origen La Vera que le dan un sabor intenso de tradición.
El secreto del aroma de nuestro lomo: La lenta curación…
Los lomos y lomitos una vez que pasan unos días en adobo, para que el aliño se reparta por igual en toda la pieza, se embuten y se atan para colgarlos uno a uno, sin que se toquen con los demás permitiendo el paso del aire alrededor de la pieza para conseguir una curación homogénea evitando que se queden partes blandas.
Pasarán unos meses en la bodega donde el frío húmedo del invierno y posteriormente el calor de la primera conseguirán que el lomo obtenga ese aroma y sabor que a todos nos encanta.
Hasta estos días, cuando empezamos a tocarlos para ver su punto de curación. Los que según el criterio de Santiago el Maestro Jamonero, estén en su punto óptimo para el corte serán envasados al vacío y enviados al Cliente.
Es un verdadero placer para nosotros poder hoy en 2016, seguir trabajando como hace 100 años, sin prisas y con el máximo respeto por la tradición de nuestra familia.
Muchas gracias.
Alba
Me sorprende que los seleccionéis a mano, se nota que cuidáis vuestro producto.